LA ESCUELA
Llega la mañana,
todos nos dirigimos a la cárcel sin vida.
Nos sentamos en los pupitres,
sin otra luz,
que la luz de las ventanas.
Cinco horas y media entre rejas,
el paraiso de las risas,
se convierte en el muro metalizado.
La sala de actos,
en el sótano.
Y la luz que entra por las ventanas,
en la esperanza de libertad.
Llega el momento en el que no podemos marchar,
y en ese momento,
sentimos la libertad.
AUTOR/A: Cristina Benito 2 ESO A.
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